El mensaje fue claro: “El desafío es que parte de la industria se reconvierta”, dijo el ahora exsecretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo, la semana pasada en la Conferencia de la Unión Industrial Argentina. La declaración resonó en gran parte de los fabricantes locales que reclaman “nivelar la cancha” antes de avanzar con la apertura comercial. El Gobierno avanza en la eliminación de los últimos programas de fomento sectorial. Los empresarios aseguran que el cambio en el modelo de negocios implicará una fuerte destrucción de empleo sectorial.

La apertura de importaciones avanza. Con la eliminación de controles aduaneros, barreras para arancelarias, normas de calidad y baja de aranceles. A estos desafíos se suma el flamante acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. La industria sigue el proceso con preocupación.

El Gobierno sostiene que la desregulación no sólo no impactará sobre los fabricantes locales, sino que los beneficiará porque “más del 80% de la importaciones son insumos y bienes. A pesar de esto, el secretario Juan Pazo, que en las últimas horas mudó su despacho a la Cancillería para hacerse cargo de las relaciones económicas internacionales, reconoció que “el desafío es que parte de la industria se reconvierta”.

Entre las opiniones que pudo recoger Ámbito de los presentes en el evento de la UIA, hubo al menos dos lecturas. La primera: que se trata de un claro mensaje para dejar de fabricar en el país e importar productos terminados. La segunda: que Economía pide una transformación sectorial hacia cadenas de valor que están despegando como energía y minería.

Dejanos tu comentario