En las últimas décadas los flujos de capital hacia las economías de mercados emergentes y en desarrollo vienen de varios ciclos de auge y caída, a menudo de la mano de acontecimientos externos como las decisiones de política monetaria en las principales economías avanzadas. Por eso ahora, que se vislumbra la reversión del ciclo de contracción monetaria global, crecen las esperanzas de que los flujos retornen con más vigor a los emergentes, en busca de mejores rendimientos, como proyecta, entre otros, el propio Fondo Monetario Internacional (FMI).
Vale señalar que durante el reciente ciclo internacional de austeridad monetaria, las entradas de capital en muchos emergentes y en desarrollo demostraron ser relativamente resistentes, gracias a la solidez de sus marcos de políticas y la buena posición de sus reservas internacionales. Sin embargo, algunos de los países más vulnerables se vieron afectados de manera desproporcionada por el aumento de los costos de endeudamiento externo, como lo refleja la fuerte desaceleración en la emisión de eurobonos.
Vale señalar que durante el reciente ciclo internacional de austeridad monetaria, las entradas de capital en muchos emergentes y en desarrollo demostraron ser relativamente resistentes, gracias a la solidez de sus marcos de políticas y la buena posición de sus reservas internacionales. Sin embargo, algunos de los países más vulnerables se vieron afectados de manera desproporcionada por el aumento de los costos de endeudamiento externo, como lo refleja la fuerte desaceleración en la emisión de eurobonos.
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