El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) aprobó el cultivo del trigo transgénico HB4, desarrollado en la Argentina por la Dra. Raquel Chan y su equipo del CONICET junto a un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral y Bioceres.
El Servicio de Inspección Sanitaria de Plantas y Animales (APHIS) realizó una evaluación exhaustiva y determinó que el trigo HB4 no presenta un riesgo en comparación con el trigo convencional. Este avance marca un nuevo hito en la biotecnología agrícola, ya que este trigo fue modificado genéticamente para tolerar la sequía. Esta aprobación se suma a la conseguida para su consumo en junio de 2022 -otorgada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA)- y es un paso importante para su comercialización en uno de los principales países productores de trigo del mundo.
El trigo HB4 fue diseñado para mejorar la productividad en condiciones de estrés hídrico y al mismo tiempo mantener su rendimiento en situaciones normales. La modificación se realizó mediante la incorporación de un gen proveniente del girasol, que le confiere una mayor resistencia a la sequía. Este avance no solo mejora la producción en áreas afectadas por la escasez de agua, sino que también contribuye a la sostenibilidad agrícola al reducir la huella hídrica y de carbono.
Esta innovación tecnológica y productiva ya se aprobó en otros mercados importantes como Argentina, Brasil y Paraguay, que juntos representan más del 90% de la superficie cultivada con trigo en Sudamérica. Pero ahora, con la autorización para su cultivo en Estados Unidos, se abre una nueva etapa para su expansión en el mercado internacional.
El Servicio de Inspección Sanitaria de Plantas y Animales (APHIS) realizó una evaluación exhaustiva y determinó que el trigo HB4 no presenta un riesgo en comparación con el trigo convencional. Este avance marca un nuevo hito en la biotecnología agrícola, ya que este trigo fue modificado genéticamente para tolerar la sequía. Esta aprobación se suma a la conseguida para su consumo en junio de 2022 -otorgada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA)- y es un paso importante para su comercialización en uno de los principales países productores de trigo del mundo.
El trigo HB4 fue diseñado para mejorar la productividad en condiciones de estrés hídrico y al mismo tiempo mantener su rendimiento en situaciones normales. La modificación se realizó mediante la incorporación de un gen proveniente del girasol, que le confiere una mayor resistencia a la sequía. Este avance no solo mejora la producción en áreas afectadas por la escasez de agua, sino que también contribuye a la sostenibilidad agrícola al reducir la huella hídrica y de carbono.
Esta innovación tecnológica y productiva ya se aprobó en otros mercados importantes como Argentina, Brasil y Paraguay, que juntos representan más del 90% de la superficie cultivada con trigo en Sudamérica. Pero ahora, con la autorización para su cultivo en Estados Unidos, se abre una nueva etapa para su expansión en el mercado internacional.
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